Esta es una de las preguntas que responde Jordi Assen en su libro Huevos con Tocino.
Ante la ignorancia muchos solemos aislarnos del exterior y ser dependientes del trabajo. Suele ocurrir, no obstante, en aquellas empresas que infunden a sus trabajadores el miedo a salir, la culpabilizacion, es decir buscar los puntos débiles que permitan un controlar a la persona, disminuir la voluntad debido al cansancio, crear una realidad virtual y otros factores de implicación que puede perjudicar a los empleados.
Tal es el caso de Oriol, ejemplo claro, que describe los factores de compromiso y los que pueden degeneran en sectarismo.
De allí que surjan agentes como el estrés, el cual es un tema de sumo interés en la actualidad, tanto en la investigación científica como en el marco de la vida cotidiana.
En las primeras décadas del siglo XX son testigo del acento en el concepto de estrés como enfermedad suscitada por una causa psicológica o “conflicto interno”, con ello se populariza lo que se llamará “medicina psicosomática”, término que alude a una relación de la psique con la enfermedad física.
Por otro lado el problema del estrés abarca elementos físicos y psicológicos y afecta la dimensión espiritual de la persona, presentando como característica principal la percepción subjetiva de la propia falta de capacidad para responder al desafío que se le presenta.
Por lo tanto es importantísimo se consientes de los factores que inmovilizan y que no permiten llevar un control de sí mismo, para así tomar medidas, llegar a un acuerdo mutuo, y ser un “agente de cambio”.
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